Somos profesionales con sólida formación académica y trayectoria en hospitales e instituciones públicas y privadas.

Brindamos a la comunidad tratamientos psicológicos presenciales, por Skype o videollamada, con turnos a la brevedad. Atendenmos en consultorios ubicados en CABA y Gran Buenos Aires.



En casos de urgencias concurrir lo antes posible a las guardias.
Todos los artículos de este blog son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Duelo: Encontrar un nuevo devenir - Por Adriana Fuerman

Cuando en psicoterapia se habla de duelo se hace referencia a la adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida. El duelo implica una dimensión que puede denominarse física, una filosófica, otra dimensión emocional y una conductual. Es un proceso de adaptación que tiende a facilitar que la persona que duela, en cierto tiempo, asuma la pérdida.

Me especializo en el tratamiento de los duelos y puedo transmitir que, desde mi experiencia, se constata que, aún en el dolor, pueden ser elaborados y dar lugar a que la vida siempre merezca ser vivida. Este artículo incluye algunas consideraciones sobre cómo lograr, con la psicoterapia, ese camino.

Fases del duelo

Las fases o momentos a transitar en un duelo abarcan:

Negación.
Trabajo de las emociones posteriores a la pérdida. Las mismas pueden incluir sentimientos de dolor, enojo, impotencia, frustración, desesperación y tristeza.

Adaptación a la nueva realidad.
Superación del duelo. Esta última no es sinónimo de olvido sino de continuar el camino de la vida con nuevos objetivos aceptando lo acontecido. Es como si se pensara que “Sí, pasó, pero…Ya pasó”.

Experiencia vital y ejercicio profesional



En mi historia personal como también en mi desarrollo profesional he vivido, sentido, asistido y acompañado a otras personas en duelos emocionales. He acompañado y atendido terapéuticamente a personas que sufrieron la pérdida de seres queridos. También he trabajado desde mi profesión con personas que tenían que realizar duelos por pérdidas en el nivel y físico. Se trataba, por ejemplo, de pérdidas por amputación de ciertas partes del cuerpo.

Durante mi ejercicio profesional, en el año mil novecientos ochenta y uno, trabajé en el Instituto de Rehabilitación Psicofísica atendiendo psicológicamente a pacientes que transitaban la conmoción de un duelo por haber perdido un miembro. En todos ellos el común denominador, entre otras aspectos, era el dolor en aquella parte del cuerpo que ya no estaba en presencia física pero si mental y emocionalmente.

Años después trabajé acompañando psicoterapéuticamente a pacientes que solicitaban ayuda para transitar su duelo por el fallecimiento de familiares.

Duelo…..Aceptación…Vida

La idea central que deseo transmitir radica en el convencimiento de que la terapia colabora con la persona en que no quede no quedar atrapada en lo que fue. Por el contrario, que pueda avanzar en la nueva construcción de lo que es. Este camino, es posible de ser construido en el contexto de una psicoterapia. Les dejo a continuación un texto breve con palabras profundas y bellas.


Rota se camina igual-por Lorena Pronsky

Me gusta porque no se le nota que está rota

Me contagia esa idea de que se puede ser feliz a pesar de tener un corazón despedazado.

Yo sé que así lo tiene. Le falta una pieza de esas que nunca más va a encontrar. Ella va a vivir sin una parte para siempre. Con un corazón desarmado que nunca va a armarse de nuevo. Pero la piba se para igual. Se para y no se le nota que renguea. Sigue. Sigue jugando con esas piezas que le quedan, sabiendo que nunca más va a volver a tener el rompecabezas armado arriba de la mesa.

Ella sigue caminando con ese vacío incrustado en el pecho. Sigue jugando con lo que le queda. Guarda el dolor de la pieza que le falta para otro momento. Ella se sigue parando. No está sanada. No va a sanar. Lo sabe. Pero se para con esa fortaleza del que sabe que así es la vida. Ella ya entendió todo. Sabe que perdió la batalla. Lo sabe. Pero se ríe. Y a veces disfruta. Contagia la idea de que se puede. Que, aún rota, se puede si se quiere.

Ella perdió justo lo que no tenía que perder. De todas las cosas posibles, justo esa no tenía que perderla. Pero la perdió. Y le duele en el pecho y en la garganta.

Extraña. No se agarra de nada que la distraiga de la verdad de saber que no está y que no va a volver. Pero ella sigue.

A veces tropieza pero cree que tropezar mirando el cielo siempre compensa. Sigue. No tiembla.

Y entonces a mí, me gusta esa sonrisa en su cara. Me hace pensar que se puede. Me gusta ver que sigue con lo que tiene. Que no busca reemplazos. Me gusta verla porque me planta una evidencia que me cuesta asumir. Si, la gente rota puede seguir su curso. Puede ser feliz.

Ella es feliz. Y está hecha pelota.

No es careta. No es valiente. Es simplemente una piba que, rota, camina igual.

A modo de una presentación - Por Selva Obregón

Soy la Licenciada Selva Esther Obregón.

Con entusiasmo conformo este espacio junto a mis colegas- compañeras de
“EL FARO PSI BUENOS AIRES – ASISTENCIA PSICOTERAPEUTICA”.

Me interesa aportarles una reseña de mi recorrido profesional. Soy Psicóloga, egresada de la USAL, (en 1995). Desde allí continúo mi formación en la Especialidad de Psicología Clínica, en el marco teórico del Psicoanálisis, y en varias instituciones entre ellas: La Facultad de Psicología de la UBA, Apdeba, Centro Oro, APA, APSA, EOL, Asociación de Psicólogos Municipales, entre otros. Actualmente participo en la Escuela de Psicoanálisis del Borda.

Tuve la oportunidad de desempeñarme en varios Hospitales de esta Ciudad, donde pude valorar y enriquecerme con el trabajo en los diferentes dispositivos. Realizando abordajes de tratamientos individuales, familiares o grupales. Con diferentes problemáticas de la salud mental. Pero donde además el paciente en muchas ocasiones se encontraba atravesado por diferentes padecimientos, desde lo social-económico, con contextos desalojantes, o conviviendo con enfermedades crónicas donde lo cotidiano representa un convivir con una “vida amenazada”, con un cuerpo sufriente que se manifiesta a gritos. Ante estas complejidades el trabajo interdisciplinario se hace muy necesario para lograr alcanzar los objetivos buscados. Estas experiencias fueron transitadas por el Hospital Psicoasistencial José T. Borda (Consultorios de Terapia a Corto Plazo, Hospital de Día en Trastornos de la Alimentacion, y Servicio de Guardia), Hospital Penna (Servicio de Ginecología Oncológica) y Hospital Rivadavia (Servicio de Psicopatología, de Adultos)

Fue muy interesante para mí el recorrido en varias instituciones más pequeñas, ubicadas en el Conurbano Bonaerense y en Caba, especializadas en niñez, familia, discapacidad, violencia familiar y adicciones. Temáticas tan vigentes en nuestra sociedad, que requieren del aporte de diferentes abordajes y donde también se hace necesario el trabajo interdisciplinario. Fueron experiencias muy importantes en cuanto a considerar la complejidad que abarca el desarrollo del ser humano junto a sus vicisitudes. Las instituciones fueron Comunidades Terapéuticas, Centros Médicos Asistenciales y Hogares-Refugios.

Actualmente me dedico especialmente a la atención de pacientes adultos, en los barrios de Balvanera y Barrio Norte de Caba. En consultorio particular y para diferentes prestadoras de medicina privada y obras sociales. Los pacientes que recibo son especialmente, desde los 18 años de edad. Trabajo con la modalidad de tratamientos psicológicos individuales. Con problemáticas de ansiedad, angustias, miedos, procesos de duelos; dificultades en los vínculos, en la maternidad y paternidad, o, en las diferentes etapas de la crianza de los hijos. En alteraciones y/o cambios anímicos debido a accidentes, o situaciones de enfermedad tanto de la persona o en familiares. Con la modalidad de tratamientos psicológicos vinculares para parejas y familias, abordando especialmente los malentendidos y desencuentros que generan malestar en los vínculos. Y para los que deseen pensar y analizar la crianza y sus dificultades.

Más adelante, en otro artículo, ampliaré algunos de estos temas.

Hasta pronto.

¿Qué es la Psicoprofilaxis Quirúrgica? - Por Susana Leone

¿QUÉ ES LA PSICOPROFILAXIS QUIRÚRGICA?-por Susana Leone

Es el trabajo que se realiza con el paciente y los familiares con respecto a la cirugía, el período de internación y el post operatorio. En este espacio, diferente a la relación médico-paciente, es posible preguntar todo lo que necesite saber acerca de la operación a la que será sometido y desplegar todas las emociones, miedos y angustias que surjan.

Es importante también: Explorar los recursos de afrontamiento con respecto a otros momentos críticos de la vida. Que se pueda tener cierto grado de elaboración de las emociones movilizadas por el proceso quirúrgico. Ayudar a la familia a expresar sus sentimientos, a organizar o mantener un sistema eficaz de apoyo para el paciente y los demás miembros.



¿Cuál es el rol del psicólogo?

El psicólogo actúa como puente, interlocutor, entre el paciente y los médicos actuantes. Él codifica y decodifica, comprende los diferentes lenguajes, las necesidades y los requerimientos entre unos y otros, esto hará posible un postoperatorio mucho más exitoso.

¿Cómo se trabaja con niños?

La vía ideal de canalización de todas las angustias y ansiedades es el juego, la expresión gráfica y los cuentos. Una vez producido esto, se va introduciendo de a poco la información acorde a la edad y posibilidades de comprensión del niño. Es importante la interrelación que se pueda lograr con los padres y el equipo médico. Al trabajar sobre la familia se promueve el apoyo y la contención.

Las estadísticas nos muestran que la psicoprofilaxis favorece la cicatrización de heridas y acorta el período de internación. Unas pocas entrevistas para prepararnos ante una intervención quirúrgica es un derecho que no se debería desestimar.




Mal de amores y dependencia emocional - Por Gabriela Zonszajn

Desear estar en pareja es algo saludable. El ser humano es un animal social y tiene necesidades afectivas que cubrir y compartir. Lo que diferencia un amor saludable de los amores de los que no lo son, radica en saber diferenciar la necesidad de la preferencia.

Es fundamental aprender a estar con uno mismo. Al estar solos podemos experimentar sentimientos de tristeza, nostalgia o miedo a no encontrar una pareja, pero la persona no dependiente emocional sabe disfrutar de otras facetas de su vida. El amor de pareja es una parte fundamental en nuestro auto concepto, pero no el único. Las personas que tienen otras inquietudes, disfrutan de su trabajo, fomentan aficiones, quedan con amigos… sabrán estar en pareja sin perder su individualidad y sabiendo que el compañero/a no les va a dar todo.

Las personas que sufren de apego excesivo no disfrutan de las relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.

Algunos psicólogos hablan de cuatro tipos de amor dañinos y que interfieren en el bienestar propio y de la relación:

- Amor fusional donde uno ha perdido su identidad; ya no vemos a dos personas, sino a una sola. Ambos miembros de la pareja se comportan igual, tienen las mismas opiniones, les gustan las mismas cosas… se ha perdido la diferencia. Tu autoestima puede verse gravemente afectada si sientes que tu amado/a es parte de vos.
- Amor temeroso donde no estoy seguro de la relación (a pesar de que mi pareja me lo demuestra) y constantemente tengo miedo a que la persona me abandone o no ser suficiente para ella. Las personas con dependencia emocional suelen estar muy preocupadas por la pérdida de la relación y viven en una ansiedad continua.

Embarcarse en una relación implica correr riesgos: aceptar que en el amor no hay certezas conlleva asumir la incertidumbre de no saber qué pasará.

- El amor obsesivo implica no poder quitarse a la persona que amas de la cabeza, necesitar saber constantemente donde está y qué hace, y no poder separarse de él/ella. Es una adicción y la persona obsesionada cada vez necesita más del otro, va perdiendo su propia vida y magnifica las virtudes del amado, idealizándolo enfermizamente. Estas relaciones acaban provocando en el otro miembro de la pareja rechazo, se sienten invadidos y culpables de no satisfacer las demandas excesivas de la pareja.
- En el amor opresivo uno ha perdido su libertad; se siente cohibido por su pareja y ha ido dejando poco a poco de expresarse y posicionarse, por lo que la relación se vuelve totalmente asimétrica. En este tipo de relaciones, normalmente un miembro es el dominante y quiere imponer su criterio no respetando que el otro tenga sus propios amigos, actividades o preferencias, gustos y opiniones personales.



¿Tu bienestar es la consecuencia de que tu pareja esté bien? ¿Qué pasa cuando tu pareja está enfadada, triste o preocupada? ¿Empatizás con él y le apoyas o lo vivís como si te estuviera pasando a vos?

¿Tu felicidad se centra en una sola persona y sentís que tenés pocas cosas en tu vida que disfrutas sin él/ella?

¿Sueles sentir culpa cuando haces cosas sin tu pareja y temes que se moleste por ello?

¿Evitas los conflictos con tu pareja por miedo al enfrentamiento, a que la relación se estropee o que tu pareja se desenamore?

¿Priorizas lo que el otro quiere y siempre tu deseo queda en segundo lugar?

Si pensás en tu relación, ¿te genera más ansiedad que tranquilidad?

Un amor saludable consiste en tomar las riendas de la propia autonomía emocional junto a tu pareja, que cada uno disfrute de su espacio en esta vida con respeto, sin ataduras que anulen el desarrollo de la personalidad.