Este año 2020 se nos
presentó bien difícil, cargado de exigencias y cambios.
Nos resultó trabajoso preservar la buena salud
en este contexto de Pandemia. Este enemigo viral, novedoso, nos propone constantes interrogantes que nos afectan a cada paso. Escuchamos a diario las noticias donde los
científicos del mundo entero trabajan con esmero buscando soluciones. La
adaptación a este contexto es forzosa e imperiosa e implica, además, un importante costo emocional.
El panorama sanitario ha impactado también en el mundo laboral, con importantes consecuencias económicas, debido a las medidas de aislamiento social obligatorio.
La salud afectada y el ámbito del trabajo en crisis, actuaron como disparadores de un importante malestar psicológico. Fue
urgente hacer frente a estas dificultades, que sumadas a problemáticas
preexistentes, condujeron a recaídas, crisis emocionales, problemáticas de
consumo, trastornos varios en la alimentación, malestares y
conflictos en los vínculos, estados depresivos, surgimiento de enfermedades
psicosomáticas y tantas otras problemáticas.
¿Cómo llegamos hasta aquí y cómo seguiremos adelante conviviendo con todo este panorama?...
Sabemos que lograr una buena salud requiere, entre otros aspectos, solvencia emocional. Sin embargo, en tanto
somos justamente seres vulnerables, los cambios nos
afectan y las amenazas nos impactan en nuestra salud. El sostener la buena
calidad de vida en estas circunstancias es más trabajoso que de costumbre y esa posibilidad indudablemente se vio muy afectada.
Hemos comprobado que nuestro quehacer como profesionales de la salud mental es
muy necesario y que representa un gran
desafío trabajar en este contexto. Así y todo, venimos sosteniendo los tratamientos
psicológicos con un redoblado compromiso ético. Fuimos ayudando a nuestros pacientes a lograr una alianza con la
vida, en cuyo marco puedan cuidar su salud, sus intereses y logren sostener sus
proyectos con creatividad.
Nos adaptamos a trabajar con la modalidad
virtual en los tratamientos y esto nos permitió acortar
distancias ante el Aislamiento Obligatorio y Preventivo.
Buscamos en cada tratamiento colaborar con nuestros pacientes, brindando
contención subjetiva y una escucha atenta a la palabra, ayudando para lograr la mejor versión de sí mismos y apuntando a que puedan vivir siempre de la mejor manera posible.
Continuaremos así, con este gran desafío que nos
impone la actualidad. Persistiremos
en armar redes para sostenernos
también como profesionales, continuando con el intercambio entre colegas. Proseguiremos con la formación constante y con la búsqueda
de soluciones para los diferentes interrogantes que se presenten en nuestra
clínica cotidiana, sobre todo en estos momentos paradigmáticos.
Para finalizar nos parece oportuno acercarles
una frase del Dr. Enrique Pichón Riviére, acorde para estas épocas:
"En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar
proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros".
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